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Tarta de cumpleaños para una princesa

29/03/2012

¡Buenos días!

Ya es lunes otra vez, y ¡seguro que va a ser una semana fantástica!

Para el cumpleaños de mi preciosa sobrina Laura, que cumple 9 años esta semana, he preparado una tarta rosa y dulce, digna de una princesa. Lleva cuatro capas de bizcocho muy ligerito, y una mousse de nata y fresa entre capa y capa. Al contrario de lo que puede parecer, esta tarta no es nada difícil de preparar. Anímate, ¡verás qué bien te sale!


Reúne los ingredientes:

Bizcocho:
6 huevos
140 gramos de azúcar
140 gramos de harina de trigo
½ cucharadita de levadura en polvo

Relleno:
3 decilitros de nata para montar
1 sobre de gelatina de fresa
3 decilitros de agua


Cobertura de chocolate blanco:
240 gramos de azúcar glas
230 gramos de mantequilla blanda
200 gramos de chocolate blanco
2 cucharadas de extracto de vainilla


Empieza por el bizcocho. Bate los huevos con el azúcar durante 20 minutos. Es mucho tiempo, pero merece la pena; el bizcocho saldrá ligerísimo. Después, añade la harina tamizada junto con la levadura en polvo.


Mezcla a mano con mucho, mucho, mucho cuidado para que no salga el aire.


Vierte la masa en dos moldes de unos 20 cm de diámetro, con papel vegetal en el fondo y sin engrasar los bordes. Si te cuesta conseguir que el papel se quede quieto en el fondo, echa unas gotitas de agua antes de poner el papel.


Hornea en la parte inferior del horno a 180ºC durante 30-35 minutos.


Pincha los bizcochos antes de sacarlos del horno para ver si están hechos por dentro.

Déjalos enfriar totalmente en el molde, tapados con un paño de cocina.


Ahora vamos con el relleno. Monta la nata bien firme, sin nada de azúcar.


Prepara la gelatina según las instrucciones en la cajita, pero con sólo 3 decilitros de agua.


Cuando esté fría, pero antes de que empiece a cuajar, añádela a la nata.


Remueve lo menos posible. No te asustes cuando veas que todo se vuelve líquido, al rato toma la consistencia correcta.


Deja la nata con gelatina en la nevera hasta que empiece a cuajar.

Ahora toca la cobertura de chocolate blanco.


Derrite y deja enfriar el chocolate blanco.

Tamiza el azúcar glas para quitar todos los grumos.


Bate el azúcar glas tamizado con la mantequilla blanda. ¡Empieza a velocidad baja! El azúcar suelta mucho polvo. Bate hasta obtener una fina masa.


Añade el chocolate blanco derretido y bate un poco más.


Echa el extracto de vainilla y sigue batiendo hasta que la crema sea totalmente uniforme y lisa.


¡Ya tienes todo para poder montar tu preciosa tarta!

Corta cada bizcocho en dos discos finos, con la ayuda de un cuchillo grande o un cortador de bizcochos.

Coloca el primer disco de bizcocho en el plato, dentro del molde. Mis moldes no son totalmente rectos, y por eso tengo que cortar un poquito.


Cubre con una generosa capa de relleno.

Repite con el segundo disco y más relleno, y con el tercero.


Pon el último disco de bizcocho encima y mete todo en la nevera para que la gelatina termine de cuajar.

La verdad es que todavía no es una tarta bonita…


Como mis moldes son más anchos arriba que abajo, los discos no son exactamente iguales. Por eso vuelvo a cortar un poco aquí y allí para que la tarta quede lisa…


Cubre toda la tarta con la crema de chocolate blanco, con mano muy ligera. El bizcocho es muy delicado y se partirá si aprietas… Alisa todo con una espátula o un cuchillo grande.


Adorna según la ocasión. Como esta tarta es para una pequeña princesa, he puesto bolitas doradas comestibles formando una corona, y flores de merengue rosas y amarillas.


Es una lástima que las fotos no han salido del todo bien, porque la verdad es que es una tarta digna de ver...


¡Felíz cumpleaños Laura!


¡Que aproveche!

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