Tarta de queso
Buenos días!
Hoy os voy a enseñar lo fácil que es hacer una deliciosa tarta de queso. Contiene nata agria y gelatina de limón, por lo que es algo ácida y algo menos dulce que muchas tartas de este tipo.
Con motivo del Día Internacional de la Mujer Trabajadora, he preparado una con un lazo morado de gelatina 
Esta receta también la encuentras en mi libro LA DULCE COCINA NORUEGA.
Como siempre, empieza por reunir todos los ingredientes:
225 gramos de galletas tipo Digestive
125 gramos de mantequilla derretida
225 gramos de queso para untar, que no sea desnatado
125 gramos de azúcar glas
1 cucharadita de azúcar vainillada
2,5 decilitros de nata agria
2,5 decilitros de nata para montar
1 sobre de gelatina de sabor limón
Para adornar: un sobre de gelatina del sabor que más te guste
Elaboración:
Antes que nada, prepara la gelatina de limón, que tiene que estar totalmente fría pero sin cuajar antes de incorporarla a la masa. Prepárala con solamente la mitad del agua indicada en el sobre. Déjala en la nevera para que se vaya enfriando. 
Parte las galletas y échalas a la picadora.
Pícalas bastante finamente pero sin que se conviertan en polvo. Si no tienes cuchillas como éstas, puedes machar las galletas en un mortero, o colocarlas en una bolsa de plástico y machacarlas con el rodillo o con una botella.
Mezcla las migas de galleta con la mantequilla derretida. 
Lo puedes hacer directamente en el vaso de la picadora para no ensuciar tantos cacharros.
Coloca un molde redondo desmontable de 24 cm de diámetro, sin la parte del fondo, directamente encima de un plato para servir.
Vierte la mezcla de migas y mantequilla en el plato.
Aprieta bien hasta cubrir todo el fondo con la masa resultante. Es importante que esta base de la tarta llegue bien a los bordes del molde, para que el relleno que vamos a verter encima no se cuele.
Monta la nata y añade el azúcar glas y el azúcar vainillada. 
Mezcla la nata agria con el queso para untar y bate enérgicamente, a mano o con las varillas eléctricas.
Incorpora la nata montada y mezcla con cuidado con una espátula. Al final, añade la gelatina totalmente fría de la misma manera. 
No te preocupes por la consistencia de sopa, luego cuajará 
Vierte la mezcla encima de la base en el molde.
Deja la tarta en la nevera hasta que el relleno cuaje del todo. Para desmoldar, pasa un cuchillo por el borde del molde y ábrelo. 
Decora la tarta como más te guste. A mí me gusta mucho adornarla con gelatina de frambuesa o fresa.
Cualquier tipo de fruta también queda estupendo, tanto de aspecto como de sabor, pero hoy me quedo con la gelatina.
Usa tu imaginación para hacer tartas personalizadas y divertidas 
¡Que aproveche!